6/8 personas – 40/45 minutos – Muy Fácil
Ingredientes:
1 lata de leche condensada
4 huevos
caramelo
350 gr de queso fresco
Preparación:
– Pon en una batidora los huevos, la leche condensada y el queso fresco.
– Bate todo hasta que quede una pasta cremosa.
– Echa caramelo en un molde.
– Vierte la mezcla en el molde y mételo en el horno durante unos 30 minutos al baño maría (es decir, vierte agua en la placa del horno, alrededor del molde en el que vas a hacer el pastel). Déjalo en el horno a unos 180º.
– Pincha con un tenedor o un pincho para asegurarte que no está crudo cuando pasen los 30 minutos. Si está crudo, apaga el horno y deja dentro el pastel para que termine de cocerse con el calor residual; si está bien hecho sácalo, espera que se enfríe, desmolda y déjalo reposar.
– Este tipo de dulce suele estar más rico cuando han pasado unas horas desde su elaboración y bien frío.
– Podeís acompañarla al comer con algo de chocolate o nata (como en la foto. Es nata casera).
¡Qué aproveche!
Y recordad, si hay dieta o diabetes de por medio ¡ni olerla!.